Espondiloartritis / Espondilitis anquilosante

La espondiloartritis axial (axSpA) es una enfermedad inflamatoria crónica del sistema musculoesquelético que afecta principalmente a la columna vertebral y las articulaciones sacroilíacas.


Diagnóstico:

El diagnóstico de la espondiloartritis axial se basa en una combinación de síntomas, hallazgos físicos, estudios de imagen y análisis de sangre. Los síntomas incluyen dolor lumbar inflamatorio, rigidez y limitación de movimiento en la columna vertebral, así como dolor en las articulaciones sacroilíacas. Además, la inflamación también puede afectar a otros lugares como las rodillas, tobillos y hombros. El diagnóstico se puede confirmar mediante estudios de imagen como radiografías, tomografías computarizadas (TC) o resonancias magnéticas (RM), que pueden mostrar signos de inflamación, como la presencia de entesitis, osteítis o edema. También se pueden realizar análisis de sangre para buscar marcadores inflamatorios como la proteína C-reactiva (PCR) o la velocidad de sedimentación globular (VSG), así como anticuerpos específicos.


Fenotipos:

La espondiloartritis axial se divide en dos subtipos: espondilitis anquilosante (EA) y espondiloartritis axial no radiográfica (axSpA nr). La EA se caracteriza por la fusión de las vértebras de la columna vertebral y puede ser diagnosticada a través de radiografías. Por otro lado, la axSpA nr es una forma temprana de la enfermedad que aún no muestra signos visibles de fusión en las radiografías. Los pacientes con axSpA nr pueden tener síntomas similares a los de la EA, como dolor lumbar inflamatorio, pero la enfermedad puede ser más difícil de diagnosticar debido a la falta de signos visibles en las radiografías.


Tratamiento:

El objetivo principal del tratamiento de la espondiloartritis axial es reducir la inflamación y el dolor, mejorar la función física y prevenir la progresión de la enfermedad. El tratamiento puede incluir medicamentos, terapias no farmacológicas y, en algunos casos, cirugía.


Medicamentos:

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) son el tratamiento de primera línea para la espondiloartritis axial, ya que pueden reducir el dolor y la inflamación. Si los AINEs no son suficientes, se pueden prescribir medicamentos biológicos como los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF), los inhibidores de la interleucina-17 (IL-17) como secukinumab, que bloquea la IL-17A, o el ixekizumab, que bloquea la IL-17A y la IL-17F, o los inhibidores de la interleucina-12/23 (IL-12/23) que pueden disminuir la inflamación y retrasar la progresión de la enfermedad.


Terapias no farmacológicas:

Las terapias no farmacológicas pueden incluir fisioterapia, ejercicio regular, terapia ocupacional y tratamiento psicológico para ayudar a los pacientes a lidiar con el dolor y la fatiga crónica. Además, la educación sobre la enfermedad y la prevención de lesiones son importantes para mejorar la calidad de vida de los pacientes.