Estenosis de canal lumbar: ¿cuáles son los síntomas de presentación? ¿cómo se diagnostica y cómo se trata?

La estenosis espinal lumbar es una afección médica caracterizada por el estrechamiento del canal espinal en la región lumbar de la columna. Este estrechamiento puede provocar la compresión de la médula espinal y las raíces nerviosas, lo que provoca diversos síntomas.


Síntomas de presentación:

Claudicación neurogénica: este es un síntoma característico de la estenosis lumbar. Los pacientes suelen experimentar dolor, calambres o debilidad en la zona lumbar, las nalgas y las piernas. El malestar a menudo empeora al caminar o estar de pie durante mucho tiempo y se alivia al sentarse o inclinarse hacia adelante.

Dolor radicular: la estenosis lumbar puede causar dolor irradiado a lo largo del trayecto de los nervios afectados. Los pacientes pueden experimentar dolor, hormigueo o entumecimiento que puede extenderse a los muslos, las pantorrillas y los pies.

Cambios sensoriales: algunas personas pueden notar cambios sensoriales en las piernas, como una sensación de "hormigueo" o sensación de pesadez.

Debilidad muscular: la estenosis puede provocar debilidad muscular en las extremidades inferiores, lo que podría provocar dificultades para caminar y mantener el equilibrio.

Pérdida del control de la vejiga o los intestinos: aunque es poco común, la estenosis lumbar grave puede comprimir la cola de caballo, un conjunto de nervios espinales en la parte baja de la espalda, lo que resulta en la pérdida del control de la vejiga o los intestinos. Esta es una emergencia médica y requiere atención inmediata.


Diagnóstico:

Evaluación clínica: una historia médica y un examen físico completos son esenciales para diagnosticar la estenosis lumbar. El proveedor de atención médica evaluará los síntomas, los factores de riesgo y la función neurológica.


Estudios de imagen:

Radiografías: las radiografías pueden revelar cambios estructurales en la columna, como espolones óseos y estrechamiento del canal espinal.

Imágenes por resonancia magnética (MRI): la MRI es una técnica de imágenes muy eficaz para visualizar los tejidos blandos, los nervios y el canal espinal. Puede identificar el grado de estenosis y cualquier compresión nerviosa.

Tomografía computarizada (TC): las tomografías computarizadas se pueden utilizar para proporcionar imágenes transversales detalladas de la columna y las estructuras óseas.


Pruebas de Electrodiagnóstico:

Electromiografía (EMG): la EMG mide la actividad muscular y puede ayudar a determinar si hay daño o compresión en los nervios.

Estudios de conducción nerviosa: estas pruebas evalúan la velocidad de los impulsos eléctricos a través de los nervios, ayudando a identificar áreas de disfunción.


Tratamiento:

Tratamiento conservador

Fisioterapia: la fisioterapia puede ayudar a mejorar la fuerza, la flexibilidad y la postura, aliviando los síntomas y mejorando la movilidad.

Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), relajantes musculares y analgésicos neuropáticos para controlar el dolor y la inflamación.

Inyecciones epidurales de esteroides: estas inyecciones administran esteroides antiinflamatorios directamente en el área de la columna para reducir la inflamación y aliviar los síntomas.


Intervenciones Quirúrgicas:

Laminectomía: este procedimiento quirúrgico implica la extirpación de hueso y tejido para crear más espacio en el canal espinal, aliviando la presión sobre los nervios.

Laminotomía: similar a la laminectomía, pero se extrae una porción más pequeña de hueso.

Fusión espinal: la fusión espinal se puede realizar junto con una cirugía descompresiva para estabilizar la columna y prevenir más problemas.

Cirugía mínimamente invasiva: en casos seleccionados, se pueden utilizar técnicas mínimamente invasivas, como la microdiscectomía o la descompresión endoscópica, para minimizar el daño tisular y acortar el tiempo de recuperación.