¿Qué es un fármaco biológico y para qué se utiliza en reumatología?

Los medicamentos biológicos, también conocidos como productos biológicos, son una clase de medicamentos derivados de organismos vivos o sus componentes, a menudo producidos mediante procesos biotecnológicos. Estos fármacos suelen ser moléculas grandes y complejas, como proteínas, anticuerpos o ácidos nucleicos. A diferencia de los fármacos de molécula pequeña, que se sintetizan químicamente, los productos biológicos suelen producirse a través de células vivas, como bacterias, levaduras o células de mamíferos.

En reumatología, los fármacos biológicos han revolucionado el tratamiento de enfermedades autoinmunes e inflamatorias.

Los medicamentos biológicos se dirigen a componentes específicos del sistema inmunológico o vías inflamatorias. Muchos de ellos actúan inhibiendo las citocinas proinflamatorias o bloqueando las células inmunitarias implicadas en la patogénesis de enfermedades autoinmunes.


Tipos de fármacos biológicos en reumatología:

  • Productos biológicos dirigidos a los inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF): los ejemplos incluyen etanercept, adalimumab e infliximab. Bloquean la acción del TNF y se utilizan en afecciones como la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante.
  • Inhibidores de la interleucina-6 (IL-6): el tocilizumab se dirige al receptor de IL-6 y se utiliza en la artritis reumatoide.
  • Agentes biológicos que agotan las células B: Rituximab agota las células B y se usa en enfermedades como la artritis reumatoide.
  • Inhibidores de la interleucina-17 (IL-17): el secukinumab y el ixekizumab se dirigen a la IL-17 y se usan en afecciones como la artritis psoriásica.
  • Inhibidores de interleucina-12/23: ustekinumab es un anticuerpo monoclonal que inhibe la actividad tanto de IL-12 como de IL-23. Guselkumab es otro biológico que se dirige específicamente a la IL-23. Se utilizan en el tratamiento de enfermedades como la psoriasis, la artritis psoriásica y la enfermedad de Crohn.

Los fármacos biológicos normalmente se administran mediante inyección (subcutánea o intravenosa). La vía de administración depende del fármaco específico.

Los productos biológicos se utilizan para tratar enfermedades autoinmunes e inflamatorias, como la artritis reumatoide, la artritis psoriásica, la espondilitis anquilosante y el lupus. A menudo se recetan cuando los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAME) tradicionales no han proporcionado beneficios suficientes.

Es esencial un seguimiento regular debido a la posibilidad de que se produzcan efectos secundarios, incluida una mayor susceptibilidad a infecciones y reacciones a la infusión. El perfil de seguridad varía entre los diferentes productos biológicos.

Los medicamentos biológicos en reumatología han mejorado significativamente los resultados de los pacientes, ofreciendo terapias dirigidas que ayudan a controlar la inflamación, prevenir el daño articular y mejorar la calidad de vida en general. Sin embargo, su uso requiere una cuidadosa consideración de los factores individuales del paciente, las características de la enfermedad y los riesgos y beneficios potenciales.