Neuralgia del trigémino: ¿cuáles son los síntomas de presentación? ¿cómo se diagnostica y cómo se trata?

La neuralgia del trigémino es un trastorno neurológico caracterizado por dolor facial intenso, repentino y recurrente. Esta condición a menudo se describe como uno de los dolores más insoportables que una persona puede experimentar.


Síntomas de presentación:

Dolor facial repentino y severo: la neuralgia del trigémino generalmente implica un dolor intenso, punzante o similar a una descarga eléctrica en la cara, generalmente en un lado. El dolor suele desencadenarse por una estimulación leve de áreas específicas de la cara, como hablar, comer, beber o incluso un toque suave.

Dolor episódico: el dolor generalmente ocurre en ataques repentinos y recurrentes, y cada episodio dura desde unos pocos segundos hasta un par de minutos.

Desencadenantes: Los desencadenantes comunes incluyen comer, hablar, sonreír, tocarse la cara, exposición al aire frío e incluso movimientos leves de los músculos faciales.

Dolor unilateral: el dolor suele limitarse a un lado de la cara, siguiendo la distribución del nervio trigémino.

Intervalos sin dolor: entre ataques, las personas con neuralgia del trigémino a menudo experimentan intervalos sin dolor.


Diagnóstico:

Evaluación clínica: un proveedor de atención médica tomará un historial médico detallado y realizará un examen físico para evaluar los síntomas del paciente, los desencadenantes del dolor y cualquier anomalía sensorial en la cara.


Estudios de imagen:

Imágenes por resonancia magnética (MRI): a menudo se realiza una resonancia magnética del cerebro y el nervio trigémino para descartar otras causas potenciales de dolor facial, como un tumor o esclerosis múltiple.

Evaluación neurológica: Se pueden realizar pruebas neurológicas para evaluar la función sensorial y motora de la cara.


Tratamiento:


Medicamentos:

Medicamentos anticonvulsivos: los medicamentos como la carbamazepina u oxcarbazepina suelen ser el tratamiento de primera línea para la neuralgia del trigémino. Ayudan a controlar la activación nerviosa y reducir el dolor.

Baclofeno: este relajante muscular se puede usar en combinación con anticonvulsivos para aliviar los síntomas.


Intervenciones Quirúrgicas:

Descompresión microvascular (MVD): en este procedimiento quirúrgico, un neurocirujano reposiciona o extrae vasos sanguíneos o arterias que pueden estar comprimiendo el nervio trigémino. La MVD suele ser muy eficaz para proporcionar alivio a largo plazo.

Radiocirugía: la radiocirugía estereotáctica, como la radiocirugía con bisturí gamma, administra radiación altamente enfocada al nervio trigémino, lo que reduce las señales de dolor.

Compresión con balón: este procedimiento consiste en insertar un globo en el nervio trigémino e inflarlo para dañar las fibras nerviosas y reducir las señales de dolor.

Ablación por radiofrecuencia: se inserta una aguja con una punta de electrodo cerca del nervio trigémino y se calienta para crear una lesión que interrumpe las señales de dolor.

Inyección de glicerol: una inyección de glicerol puede dañar el nervio trigémino y reducir el dolor.

Bloqueos nerviosos: Los bloqueos nerviosos con medicamentos como lidocaína o Botox se pueden usar para brindar alivio temporal al adormecer el nervio trigémino.


Terapias alternativas: algunas personas exploran tratamientos complementarios como acupuntura, biorretroalimentación o técnicas de relajación para ayudar a controlar el dolor.