Colomé Calafí María
Enfoque de la sección de Cirugía Nasal Funcional y Estética
La forma y la función de la nariz están íntimamente relacionadas. La nariz es, sin duda, el órgano anatómico de la cara que contribuye, en gran medida, a crear la armonía facial de la persona. A la vez, la nariz cumple una función respiratoria capital para que el aire que respiramos llegue en óptimas condiciones a les vías bajas.
Cualquier intervención en el órgano nasal debe contemplarse, no sólo desde el punto de vista estético, sino también desde el funcional. El cirujano-rinólogo es el profesional más cualificado para resolver cualquier problema nasal. Si el problema es estético, procurará que la funcionalidad de la nariz se conserve o mejore, y si es funcional, que no afecte a su estética. En la Clínica Rinológica Maria Colomé, estética y función van siempre juntas.
Las intervenciones que se describen a continuación pueden ser de carácter estético, funcional o con ambas finalidades.
- ¿Puede la cirugía estética nasal crear una nariz perfecta?
Los cánones de la belleza han ido cambiando a través de la historia. Y la belleza femenina y masculina que han sido, desde tiempos prehistóricos, capaces de despertar sentimientos, es hoy día una aspiración generalizada en las culturas occidentales. Es cierto que los códigos de belleza, como la moda, han ido variando a lo largo del tiempo, pero han sido las facciones de la cara humana las que han polarizado la atención e incluso la pasión de los artistas de cada época.
Pero el término "belleza" referido a la persona humana provoca siempre sugestiones agradables que tienen su raíz en la corrección, el equilibrio, las relaciones proporcionales entre las diversas partes del cuerpo. La belleza es también un bien para compartir y hacer compartir. Algunos dirían que incluso es un deber perseguir la belleza.
Por fortuna, las técnicas modernas de la cirugía rinológica y estética son un recurso que permiten modificar la forma y el tamaño de la nariz, buscando el equilibrio con el resto de características faciales, dando a la persona que no se siente bien en él, una existencia más agradable, desde diversos puntos de vista: personal, sexual, afectivo, social y laboral.
La nariz "perfecta" no existe
La nariz no puede ser contemplada aisladamente sin tener en cuenta el conjunto de las características faciales del paciente. A menudo, una ligera intervención en la forma de la nariz, puede contribuir a una importante mejora del aspecto facial. Lo más importante de todo es que antes de practicar cualquier intervención para modificar la forma de la nariz, el paciente tenga muy claro, y comprenda de manera realista qué cambios son posibles, así como sus limitaciones.
La comunicación entre el paciente y su cirujano es muy importante para comprender qué se quiere conseguir de la cirugía, y en consecuencia, determinará el mayor o menor grado de satisfacción una vez realizada la intervención.
La mejora del aspecto general puede ser psicológicamente beneficiosa para el paciente, y casi siempre proporciona un incremento de la autosatisfacción y de la confianza en sí mismo. No obstante, los pacientes no deberían esperar la aprobación de toda la familia, los amigos y conocidos, de los resultados de la cirugía, ya que las razones y las motivaciones para un cambio de aspecto son muy personales y sólo se pueden valorar de manera subjetiva. Lo más importante de todo es que el paciente y el cirujano estén satisfechos de los resultados de la cirugía.
- La valoración estética preoperatoria
El primer paso para una intervención de nariz es realizar una valoración estética previa a la intervención para determinar el planteamiento quirúrgico. Por tanto, no hay un planteamiento quirúrgico standard igual para todos. Dependiendo de la textura y la resistencia de los elementos de soporte y recubrimiento y de otros factores de posible impacto funcional, se planteará una solución individualizada.
Las herramientas que se usan para realizar una valoración estética son muchas y variadas. Permiten el análisis y la medición a fin de comparar los parámetros que se quieren corregir con los patrones estéticos y que los resultados de lo que se quiere corregir en cada nariz sean agradables sin perjuicio de su función. La fotografía y las técnicas estereométricas nos permitirán determinar qué se tendrá que arreglar y a partir de aquí, qué técnicas se habrán de utilizar para conseguir los resultados buscados.
Ya hemos dicho que antes de una intervención nasal por motivos estéticos es necesario que el paciente tenga muy claro y comprenda de manera realista que cambios son posibles, así como sus limitaciones. Por eso, se debería realizar una evaluación psicológica para saber también cuales son las razones para someterse a una intervención estética y el peso que el paciente le da para hacerse la operación, ya que, en muchas ocasiones, las expectativas del cambio no son realistas, o la importancia atribuida al nuevo cambio son vistas como muy catastrofistas. Además, hay que tener en cuenta que muchos pacientes idealizan los resultados, cosa que pude ocasionar problemas posteriores. Algunos pacientes pueden referir no reconocerse después de la intervención y provocar una disminución de la autoestima, o un aumento del bajo estado de ánimo. Por todo ello, una adecuada evaluación y tratamiento psicológico podrían paliar muchos de los problemas previos y posteriores derivados de la intervención.
Nuestra filosofía de la cirugía estética es la de armonizar el conjunto de las estructuras faciales. El paciente ha de verse mejor pero no cambiado. Buscamos armonía global: forma/función/personalidad. Solamente así conseguiremos una mejora de la autoestima, con todos los cambios emocionales que comporta. Se trata de no perder la personalidad sino de reafirmarla. - El miedo al quirófano
Afrontar una cirugía es siempre una experiencia estresante para el paciente, y en algunos casos, el miedo a someterse a una intervención quirúrgica puede hacer que la persona no se decida a dar el paso a pesar de la necesidad. Trabajar estos miedos y preocupaciones, así como aprender técnicas para manejar la ansiedad anticipatorio pueden ayudar a la persona a prepararse para la intervención y hacer que el proceso no resulte tan angustiante. Desde la Psicología, se realiza, a través de diferentes técnicas, un trabajo de preparación para la intervención quirúrgica para que la persona afronte la cirugía de forma más adaptativa. La preparación para el afrontamiento de la cirugía se centran en:
- La reestructuración cognitiva de pensamientos y creencias erróneas y disfuncionales relacionadas con el proceso quirúrgico que puedan contribuir y mantener el miedo y aversión a la cirugía.
- El control cognitivo mediante técnicas de distracción y de control del pensamiento.
- El manejo de la ansiedad anticipatorio que pueda aparecer en los momentos precios a la intervención a través de técnicas de relajación y respiración.
- La preparación para el procedimiento quirúrgico mediante técnicas de desensibilización sistemática y exposición progresiva.
- El tratamiento de fobias y miedos irracionales relacionados con procedimientos médicos o quirúrgicos como son la fobia a las agujas o a la cirugía y el síndrome de la bata blanca.
- Rinoplastia
- Septoplastia
- Cirugía de la válvula
- Cirugía de cornetes
- Cirugía endoscópica
- Adenoidectomía
La cirugía nasal incluye cualquier cirugía realizada desde fuera o dentro de la nariz. Las intervenciones que se describen a continuación pueden ser de carácter estético, funcional o con ambas finalidades. A veces, y dependiendo de cada caso, pueden ser hechas individualmente o en combinación, pero siempre para conseguir:
- Mejorar la función respiratoria
- Corregir deformidades congénitas o adquiridas
- Cambiar el tamaño o la forma de la nariz con finalidades puramente estéticas
- Reparar lesiones o tumoraciones nasales
Mañana | Tarde | |
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