Del Pozo Roselló Javier
¿Qué es una laparoscopia ginecológica?
La laparoscopia se ha convertido en la última década en el método diagnóstico y terapéutico por excelencia en el campo de la ginecología. En los años 50, apareció un examen complementario, revolucionario para su época, que permitía efectuar diagnósticos ginecológicos precisos sin necesidad de abrir el abdomen de la paciente, disminuyendo así las intervenciones quirúrgicas exploradoras. Esta técnica, que permite el examen de la cavidad abdominal y su contenido, a través de un orificio y mediante un sistema óptico acoplado a una fuente de luz fría, es lo que llamamos laparoscopia. Un procedimiento endoscópico que ha sido práctica corriente en nuestra especialidad durante los últimos veinte años, y que tan solo posibilitaba operar ciertas adherencias de la pelvis menor, coagulación de focos de endometriosis y esterilización, por coagulación y sección de las trompas.
- ¿Qué es una vídeo-laparoscopia operatoria?
La reciente explosión tecnológica, con la incorporación de nuevos materiales, amplía el abanico de posibilidades operatorias permitiendo efectuar por esta vía verdaderas y precisas intervenciones quirúrgicas. El interés radica en el concepto de "cirugía mínima invasiva" para la paciente, ya que pequeños orificios en la cavidad abdominal permiten al cirujano manipular y realizar el acto quirúrgico sin necesidad de "abrir" a la paciente, lo que conlleva un menor dolor post-operatorio y rápida recuperación.
La aportación del "láser" a esta cirugía por endoscopia le confiere una nueva dimensión. La importante precisión en la destrucción o modificación de los tejidos enfermos, sin lesión de los circundantes, da lugar a una "cirugía conservadora", sin extirpar, más que en aquellos casos de órganos irrecuperables o con potencial de malignidad. La eficacia de estas técnicas en "cirugía pélvica reconstructora" son de una ganancia indiscutible para la fertilidad de muchas pacientes. En la actualidad, la vídeo-laparoscopia operatoria permite la práctica de un gran número de intervenciones ginecológicas.
- ¿Cómo se efectúa?
El acto quirúrgico se realiza a través de pequeños orificios en la cavidad abdominal. Una mínima incisión, en un pliegue longitudinal del ombligo, permite la introducción del endoscopio con una micro-cámara adosada, que ofrece en un monitor la visión panorámica de la pelvis con sus genitales internos.
Aproximando la óptica a las estructuras tisulares, se obtiene una imagen ampliada de precisión cercana a la microcirugía. Son necesarias también una o varias punciones sobre la zona del pubis para la introducción del utillaje quirúrgico: pinzas, cauterios, microtijeras, láser etc. Así pues, una mano sostiene la óptica con la cámara de vídeo incorporada, que transmite el campo operatorio a una pantalla, y con la otra, se manipulan los instrumentos que permiten realizar la intervención. Todas las operaciones quedan registradas en un magnetoscopio representando en todo momento una situación real en un tiempo determinado. Se crea el formato de un nuevo tipo de "dossier" médico. En el quirófano, todo el equipo puede seguir la operación a través del monitor, mientras el abdomen de la paciente permanece cerrado.
- ¿Qué ventajas tiene?
Las ventajas de la vídeo-laparoscopia sobre la cirugía ginecológica convencional son:
- Menor tiempo de hospitalización. Las pacientes son ingresadas en los llamados hospitales de día, obteniendo el alta a partir de las 6 horas de la operación.
- Menor tiempo de convalescencia y recuperación, pudiendo reanudar sus normales actividades a partir del 5º día del acto quirúrgico.
- Menor posibilidad de adherencias post-operatorias, ya que se evita la contaminación ambiental, gasas, guantes, suturas etc.
- Menor posibilidad de complicaciones infecciosas. El abdomen de la paciente permanece cerrado, sin heridas aparentes.
- Cicatrices invisibles. El efecto estético es óptimo, por las mínimas suturas en la piel.
- Cirugía invasiva mínima y conservadora, lo que redunda en una disminución del dolor post-operatorio por la menor respuesta inflamatoria de los tejidos.
- Reducción global de los costos.
- ¿Qué operaciones ginecológicas pueden realizarse por esta vía?
Aunque las indicaciones se van ampliando cada vez más, debido a la aparición de nuevos materiales, en la actualidad se pueden realizar por esta vía más de un 70% de procesos ginecológicos.
- Disección y lisis de adherencias pélvicas.
- Implantes de endometriosis.
- Quistes de ovario.
- Cirugía reconstructora de las trompas.
- Miomas uterinos subserosos.
- Embarazos ectópicos.
- Anexectomía, ooforectomía y salpinguectomía.
- Enfermedad inflamatoria pélvica.
- Histerectomías.
- Incontinencias de orina y otras disfunciones del suelo pelviano.
- ¿Qué aporta el láser a esta cirugía?
La aplicación del láser mediante laparoscopia es lo que se denomina "vídeo-láseroscopia". El más utilizado es el láser de CO2, dióxido de carbono. Ventajas:
- Aplicación precisa. Mínima superficie de impacto.
- Control de la profundidad del tejido lesionado.
- Mayor destrucción de células afectadas y disminución del volumen tumoral. Gran interés en casos de endometriosis.
- Mínimo sangrado intraoperatorio.
- Reducción del tiempo quirúrgico.
- Disminución de adherencias post-operatorias.
- Conservación de la integridad del aparato reproductor de la paciente.
- ¿Que interés tiene en la esterilidad de causa femenina?
Entre los importantes avances de la "cirugía de la esterilidad" cabe resaltar tres apartados:
- Utilización del láser, que como sabemos, permite cortar, destruir y coagular
- La cirugía endoscópica
- Vídeo-laparoscopia
- Vídeo-histeroscopia
- Cirugía pélvica reconstructora
- Reconstrucción de la trompa de Falopio
- Cirugía conservadora
- Cirugía mínima invasiva
La vídeo-laparoscopia operatoria engloba en una misma intervención quirúrgica los tres conceptos, permitiendo la cirugía endoscópica con aplicación de láser para una reconstrucción pélvica. Es la cirugía de elección en la mujer que presenta un problema de esterilidad, intentando restaurar las relaciones inter-anatómicas de la pelvis y la integridad de las trompas para ofrecer unas mayores posibilidades de gestación, menor riesgo de adherencias y una máxima seguridad para la paciente. En aquellos casos en que no sea posible una reconstrucción adecuada de las trompas, por existir un gran deterioro del aparato genital, se liberan los ovarios de adherencias, facilitando la obtención de óvulos para técnicas de fecundación asistida (fertilización "in vitro").
La laparoscopia ginecológica objetiva una anomalía pelviana en un 40-75% de casos de esterilidad de por lo menos dos años de evolución y permite tratar, en el mismo tiempo operatorio, las alteraciones observadas y practicar exámenes complementarios para verificar el estado del aparato reproductor.
En el capítulo de esterilidades de causa desconocida, que suelen fluctuar entre un 18 y 28%, después de una laparoscopia la proporción de esterilidad desconocida disminuye a un 3,5%.
- ¿Qué tipo de anestesia se utiliza?
Debido a los frecuentes y poco confortables cambios posturales a los que obliga esta intervención quirúrgica, unido a la distensión abdominal provocada por el gas, no están recomendadas las anestesias locales o regionales. Por otra parte, la tasa de complicaciones es excepcional gracias a los adelantos en el campo de la anestesia, tales como la monitorizacion estricta de las funciones cardíaca y respiratoria, intubación endotraqueal y ventilación asistida. Todo ello justifica que la anestesia general sea la más utilizada en este tipo de intervenciones.
- ¿Qué riesgos tiene?
Como en toda cirugía, la vídeo-laparoscopia presenta una tasa de complicaciones quirúrgicas, aunque mucho menor que en la cirugía convencional ginecológica. En los estudios multicéntricos efectuados al respecto, se constató una tasa global de complicaciones del 1/1000. Entre las de mayor entidad figuraban los accidentes de tipo digestivo y los hemorrágicos. Sin embargo cabe resaltar que en la actualidad y con los materiales modernos dichas tasas se van reduciendo. La seguridad del enfermo no depende tan sólo de la habilidad del cirujano, sino de la calidad de su entorno.
- ¿En alguna ocasión puede ser necesaria la apertura del abdomen?
En el curso de toda intervención endoscópica, la imagen diagnóstica real puede diferir de la que se presumía clínicamente o por otras exploraciones complementarias o analíticas, existiendo implicaciones de otros órganos que pueden dificultar técnicamente su resolución por ésta vía, siendo necesario en estos casos la práctica de una apertura abdominal en beneficio de la paciente. Ello puede ocurrir aproximadamente en un 5% de todas las laparoscopias operatorias.
Así pues y a modo de resumen, el gran éxito de la vídeo-laparoscopia operatoria se ha asociado a tres principios fundamentales desde el punto de vista médico:
- Escasa agresión peritoneal, que limita los riesgos de adherencias post-operatorias.
- Precisión y rapidez del acto quirúrgico.
- Respeto por los órganos pélvicos, preservando al máximo su integridad.
El caudal contínuo de los avances tecnológicos mejora de forma sustancial el ritmo de vida de nuestras pacientes. El enfoque adecuado de los esquemas terapéuticos con la correcta interpretación de los cuadros patológicos tienen un fiel exponente en la vídeo-laparoscopia, base de parte integral de nuestra práctica ginecológica.
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