Epicondilitis lateral

La epicondilitis lateral, comúnmente conocida como "codo de tenista", es una afección dolorosa que afecta a la región del codo. A pesar de su nombre, esta condición no se limita a los tenistas, ya que puede afectar a cualquier persona que realice movimientos repetitivos del brazo y la muñeca.

El diagnóstico de la epicondilitis lateral se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico del paciente.

El médico comenzará por obtener una historia clínica detallada del paciente. Esto incluirá preguntas sobre la naturaleza y la duración del dolor, las actividades que desencadenan o agravan los síntomas y cualquier historia de lesiones previas en el codo.

Durante el examen físico, el médico evaluará el codo en busca de signos de epicondilitis. Uno de los hallazgos característicos es la sensibilidad y el dolor a la palpación en el epicóndilo lateral del codo, la prominencia ósea en el lado externo del codo.

Se pueden realizar pruebas de resistencia específicas para evaluar la fuerza y la función de los músculos y tendones afectados. La prueba de extensión resistida de la muñeca, en la que el paciente intenta extender la muñeca contra la resistencia del médico, suele provocar dolor característico en la epicondilitis lateral.

Se pueden realizar pruebas de movilidad para evaluar la amplitud de movimiento del codo y la muñeca. Esto ayuda a determinar si la función articular se ve comprometida.

El médico también puede realizar pruebas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas, para descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares, como fracturas, artritis o problemas de los nervios.

La epicondilitis lateral puede presentar diferentes fenotipos o patrones de presentación, y se pueden clasificar en función de su gravedad y cronicidad:

  • Epicondilitis Aguda: En los casos agudos, los síntomas suelen aparecer repentinamente y se asocian a una lesión traumática o a un aumento repentino en la actividad que involucra la muñeca y el antebrazo. El dolor es intenso y puede limitar significativamente la función.
  • Epicondilitis Crónica: En los casos crónicos, los síntomas pueden haber estado presentes durante semanas o meses. El dolor tiende a ser más constante, pero puede ser menos intenso que en la fase aguda. La limitación de la función y la debilidad muscular pueden ser más pronunciadas en casos crónicos.
  • Epicondilitis Recurrente: Algunas personas experimentan episodios recurrentes de epicondilitis lateral, en los que los síntomas mejoran pero luego vuelven a empeorar debido a la actividad repetitiva o la falta de atención médica adecuada.
  • Epicondilitis Bilateral: En ocasiones, la epicondilitis puede afectar ambos codos simultáneamente o en momentos diferentes. Esto suele estar relacionado con actividades laborales o deportivas que implican movimientos repetitivos bilaterales.

El tratamiento de la epicondilitis lateral se basa en la gravedad de la afección y su impacto en la calidad de vida del paciente.


Manejo Conservador:

  • Reposo: Descansar el brazo y evitar actividades que desencadenen los síntomas es fundamental en las etapas iniciales.
  • Fisioterapia: Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento supervisados por un fisioterapeuta pueden ayudar a mejorar la fuerza y la flexibilidad en la zona afectada.
  • Terapia de masaje y técnicas de liberación miofascial: Estas terapias pueden ayudar a reducir la tensión muscular y mejorar el flujo sanguíneo en el área afectada.
  • Inmovilización: En algunos casos, se puede recomendar el uso de una férula o un vendaje para limitar la movilidad del codo y reducir la tensión en los tendones.

Fármacos:

Los antiinflamatorios no esteroides pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación en casos leves a moderados.

En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides directamente en el epicóndilo para reducir la inflamación y el dolor.


Terapias Avanzadas:

  • Terapia de ondas de choque: Esta terapia utiliza ondas de sonido de alta energía para estimular la curación de los tejidos afectados.
  • La terapia con plasma rico en plaquetas (PRP) se ha utilizado para promover la regeneración de los tejidos afectados.
  • Cirugía: En casos graves o que no responden al tratamiento conservador, se puede considerar la cirugía para eliminar el tejido dañado y reparar los tendones. Esta opción se reserva generalmente para casos crónicos o que no mejoran con otros enfoques.