Polimialgia reumática

La polimialgia reumática (PMR) es un trastorno inflamatorio crónico que afecta principalmente a las personas mayores de 50 años. Se caracteriza por dolor y rigidez en el cuello, los hombros, la cintura pélvica y los muslos. Aunque la causa exacta de la PMR no se conoce, se cree que está relacionada con el sistema inmunológico y los factores genéticos.


Diagnóstico:

El diagnóstico de PMR se basa en la presentación clínica y los hallazgos de laboratorio. Los síntomas incluyen dolor y rigidez en el cuello, hombros, cintura pélvica y muslos, que empeoran después de estar sentado o acostado durante mucho tiempo y mejoran después de moverse. Los pacientes también pueden tener fiebre baja, fatiga, pérdida de peso y disminución del apetito.

El análisis de sangre puede mostrar un aumento en la velocidad de sedimentación globular (VSG) y en la proteína C reactiva (PCR), que son signos de inflamación. Sin embargo, estos hallazgos no son específicos de la PMR y pueden estar presentes en otras enfermedades inflamatorias.


Fenotipos:

La PMR se puede dividir en dos fenotipos principales: PMR típica y PMR atípica. La PMR típica se caracteriza por el inicio agudo de dolor y rigidez en el cuello, los hombros, la cintura pélvica y los muslos, con una respuesta rápida y completa a los esteroides. La PMR atípica es menos común y se asocia con una presentación más insidiosa, un dolor menos intenso y una menor respuesta a los esteroides.


Tratamiento:

El tratamiento de la PMR implica el uso de corticosteroides para reducir la inflamación y el dolor. Los esteroides se prescriben en una dosis baja para aliviar los síntomas y luego se reducen gradualmente a medida que los síntomas mejoran. Se pueden requerir dosis bajas de esteroides durante varios años.

La fisioterapia y los ejercicios de estiramiento también pueden ser útiles para mejorar la flexibilidad y la movilidad.

Es importante que los pacientes con PMR sigan siendo monitoreados de cerca por un médico para detectar posibles complicaciones, como osteoporosis y fracturas. También deben ser evaluados para detectar la presencia de enfermedad de las arterias coronarias y otras enfermedades relacionadas con la inflamación.