Es conveniente aplicar a los niños un repelente de insectos de uso infantil, en las excursiones de montaña, en zonas con muchas flores, por la noche en zonas con mosquitos y sobre todo a los niños que reaccionan mucho a las picaduras de insectos o son alérgicos.
La utilización de insecticidas homologados en difusor no representa peligro para los niños.
Si la picadura se produce, una buena medida es aplicar hielo inmediatamente, éste aliviará el dolor y reducirá la inflamación.
Ocasionalmente puede ser necesaria la aplicación de una crema con corticoides, consultar al Pediatra sobre éste aspecto. No es recomendable administrar a los niños pomadas que contengan antihistamínicos.
La aplicación de amoniaco en líquido o "lápices rolón" comerciales puede aliviar el dolor, aunque su efecto normalmente es transitorio.
En caso de picaduras de abeja hay que intentar extraer el aguijón de la picadura manualmente o con unas pinzas finas.
Vigilar las picaduras para detectar signos de infección.
Las reacciones intensas requerirán tratamiento médico.