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¿Es posible regenerar el tendón de Aquiles después de una lesión sin necesidad de cirugía?

Las lesiones del tendón de Aquiles constituyen una de las patologías tendinosas más frecuentes y discapacitantes, tanto entre pacientes deportistas como entre la población general. En los últimos años, los tratamientos biológicos han abierto una nueva vía terapéutica para abordar el daño en el tendón de Aquiles desde un enfoque biológico.

Las lesiones del tendón de Aquiles constituyen una de las patologías tendinosas más frecuentes y discapacitantes, tanto entre pacientes deportistas como entre la población general. La degeneración de este tendón, que soporta cargas biomecánicas intensas y repetitivas, puede afectar gravemente la movilidad y la calidad de vida de quien la sufre. Tradicionalmente, estas lesiones se han tratado mediante cirugía o rehabilitación funcional prolongada, con resultados a menudo limitados en términos de regeneración estructural y recuperación funcional completa.


En los últimos años, los tratamientos biológicos han abierto una nueva vía terapéutica para abordar el daño en el tendón de Aquiles desde un enfoque biológico. Entre las estrategias más prometedoras destacan los tratamientos con células mesenquimales cultivadas (CMC), capaces de intervenir directamente en los procesos de reparación del tejido conectivo, promoviendo la regeneración endógena sin necesidad de cirugía. En ITRT, esta estrategia se materializa en un medicamento de terapia avanzada, desarrollado de forma personalizada para cada paciente y tipo de lesión.

Más información sobre el tratamiento del tendón de AquilesEste enlace se abrirá en una ventana nueva


Comprender la fisiopatología del tendón de Aquiles lesionado

El tendón de Aquiles es el más fuerte y grueso del cuerpo humano. Une los músculos de la pantorrilla con el talón y permite la flexión plantar del pie, que es esencial para caminar, correr o saltar. Su función y localización lo hacen propenso a lesiones, especialmente en personas activas. Estas pueden ir desde tendinitis hasta rupturas completas.

Su escasa vascularización limita la capacidad de regeneración y favorece la formación del tejido cicatricial, menos resistente y más propenso a nuevas lesiones. Comprender la fisiopatología de un tendón de Aquiles lesionado permite abordar su tratamiento de forma más eficaz.

En este contexto, las células mesenquimales cultivadas ofrecen un enfoque innovador para promover la regeneración del tejido tendinoso, y superan las limitaciones de los tratamientos convencionales.


Limitaciones de los tratamientos conservadores

1. Tratamientos convencionales del tendón de Aquiles: abordaje conservador

Las lesiones leves o moderadas del tendón de Aquiles suelen tratarse inicialmente con métodos no quirúrgicos como fisioterapia, inmovilización temporal y antiinflamatorios no esteroides (AINEs). Aunque estos enfoques pueden aliviar el dolor y controlar la inflamación, no siempre favorecen una regeneración estructural completa. Además, la inmovilización prolongada del área puede provocar atrofia muscular y pérdida funcional del tendón.


2. Cirugía del tendón de Aquiles: indicaciones y riesgos

La intervención quirúrgica se reserva para roturas completas o casos donde el tratamiento conservador ha fracasado. Las técnicas más habituales incluyen la sutura directa o la transferencia tendinosa. Si bien la cirugía puede restaurar la continuidad del tendón, conlleva riesgos como infecciones, adherencias y largos periodos de rehabilitación, y no siempre permite recuperar el nivel funcional previo a la lesión.


3. El límite de los tratamientos convencionales: reparar, pero no regenerar

Uno de los principales desafíos de los abordajes tradicionales es que se centran en reparar el tendón, no en regenerarlo. La formación de tejido cicatricial, común tras estos tratamientos, reduce la elasticidad y la resistencia del tendón, lo que limita su funcionalidad. Esto evidencia la necesidad de terapias avanzadas que promuevan una verdadera regeneración del tendón de Aquiles, con el objetivo de restaurar su estructura y su capacidad biomecánica.


¿Qué aportan las células mesenquimales cultivadas en la regeneración del tendón?

Las células mesenquimales cultivadas (CMC) suponen un avance clave en tratamientos biológicos aplicados al tratamiento de lesiones tendinosas complejas como las del tendón de Aquiles. En el Instituto de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT)Este enlace se abrirá en una ventana nueva, hemos desarrollado un medicamento de terapia avanzada pionero a nivel internacional, que se adapta de forma personalizada al tejido lesionado y a las necesidades de cada paciente.

ITRT es el primer centro a nivel internacional en demostrar científicamente la regeneración estructural del tendón mediante células mesenquimales cultivadas. Esta evidencia científica fue presentada en ensayos clínicos aprobados por la AEMPS, y ha dado lugar al desarrollo de un medicamento de terapia avanzada específicamente diseñado para tratar lesiones tendinosas crónicas.

Estas células, conocidas como células mesenquimales cultivadas (CMC), se obtienen de tejidos como la médula ósea o el tejido adiposo, poseen propiedades antiinflamatorias y secretan factores de crecimiento que favorecen la regeneración tisular sin la necesidad de cirugía. ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva cuenta con evidencia científica que respalda la eficacia de este medicamento de terapia avanzada en la regeneración del tendón.

En el caso del tendón de Aquiles, las CMC pueden integrarse en la zona lesionada y contribuir directamente a la restauración estructural del tejido. Al mismo tiempo, modulan la respuesta inflamatoria local, lo que reduce la inflamación crónica que dificulta la reparación tendinosa. También actúan de forma paracrina, estimulando las células residentes mediante la liberación de señales bioquímicas que aceleran los procesos de regeneración y remodelación.

Ver también: Células mesenquimales en la regeneración de tejidos: Un avance revolucionario en la medicina regenerativaEste enlace se abrirá en una ventana nueva

Evidencia clínica y estudios en regeneración del tendón de Aquiles con CMC

La evidencia clínica de ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva sobre el uso de este medicamento de terapia avanzada con células mesenquimales cultivadas (CMC) en la regeneración del tendón de Aquiles ha demostrado que esta terapia puede reducir el dolor, mejorar la funcionalidad y acelerar la recuperación de la lesión.

Un paciente de 86 años acudió a ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva con el tendón de Aquiles deshilachado y una rotura de 3 centímetros. Este paciente recibió el tratamiento con CMC y en tan solo 8 meses de terapia la lesión estaba casi curada. Pasados los 24 meses, el tendón está ya completamente restaurado, con una estructura y resistencia normales.


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En los siguientes videos, es posible conocer y evidenciar los casos de Lluis Marsà, un tenista con una rotura del tendón de Aquiles en las dos piernas que, 15 años después, participa en competiciones de tenis; y la historia de Manuel Monzó, que tenía dolor desde hace 10 años por una rotura en el tendón no diagnosticada y que, después de un año de tratamiento, estaba totalmente regenerada.


Ver también: El Dr. Robert Soler presenta en Joint Challenge 2025 la recuperación de Dani Pedrosa mediante terapia celular con células mesenquimales cultivadasEste enlace se abrirá en una ventana nueva

Criterios de selección del paciente y protocolo de tratamiento

La selección adecuada de los pacientes es crucial para maximizar los beneficios de este tratamiento personalizado con células mesenquimales cultivadas (CMC) en la regeneración del tendón de Aquiles. Es por eso que en ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva tienen en cuenta los siguientes pasos:

  • Seleccionar al paciente adecuado

    • Algunos candidatos ideales son personas con tendinopatías crónicas o rupturas parciales del tendón de Aquiles.

    • También aplicable a algunos casos de ruptura aguda en pacientes que desean evitar la cirugía.

    • Siempre requiere una evaluación clínica exhaustiva en ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva.

  • Evaluación diagnóstica inicial

    • Historial médico completo.

    • Estudios de imagen (resonancia magnética o ecografía) con el objetivo de valorar el alcance y localización de la lesión.

  • Obtención de células mesenquimales cultivadas

    • Extracción autóloga desde la médula ósea o el tejido adiposo.

    • Procedimiento mínimamente invasivo.

  • Cultivo celular especializado:

    • Expansión celular en laboratorio certificado GMP.

    • Control de calidad para garantizar viabilidad y eficacia.

    • Duración aproximada: varias semanas.

  • Infiltración guiada ecográficamente:

    • Aplicación directa de las CMC en la ubicación de la lesión del tendón.

    • Técnica guiada por ecografía para asegurar precisión y eficacia terapéutica.

  • Rehabilitación post-tratamiento:

    • Estancia ambulatoria: el paciente vuelve a casa el mismo día, caminando por su propio pie.

    • Ejercicios de carga progresiva: diseñados para recuperar la funcionalidad del tendón de Aquiles de forma segura y controlada.

    • Objetivo terapéutico: optimizar el proceso de regeneración y reducir el riesgo de recaídas.


Impacto funcional: volver a caminar, correr o entrenar sin cirugía

En ITRT hemos conseguido lo que hasta ahora no había logrado nadie: demostrar científicamente la regeneración del tendón de Aquiles mediante células mesenquimales cultivadas (CMC). Somos el único centro a nivel internacional que ha validado esta capacidad regenerativa a través de un ensayo clínico autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).

Esta evidencia clínica nos permite afirmar que la terapia con CMC no solo alivia el dolor y reduce la inflamación, sino que regenera de forma efectiva el tejido tendinoso. Esto se traduce en una mejora funcional significativa, con pacientes que recuperan la movilidad, la fuerza y la estabilidad necesarias para caminar, correr o entrenar con normalidad, sin necesidad de cirugía.

A diferencia de las intervenciones quirúrgicas, este tratamiento evita los riesgos asociados a la operación, acorta los tiempos de recuperación y mejora la calidad del tejido regenerado, lo que reduce el riesgo de recaídas.

Para personas activas y deportistas, esta regeneración del tendón supone algo más que volver a entrenar: es recuperar la confianza, la funcionalidad y la capacidad de esfuerzo. Y todo ello, con una terapia biológica, personalizada y con base científica.


¿Cuál es el siguiente paso que debe dar un paciente con una lesión en el tendón de Aquiles?

Ante una lesión en el tendón de Aquiles, el primer paso a llevar a cabo es acudir a ITRTEste enlace se abrirá en una ventana nueva como pionero en la regeneración tendinosa a través de las células mesenquimales cultivadas. Mediante la exploración física y estudios de imagen, se determinarán la dosis, el procedimiento y el plan terapéutico adecuados para el medicamento de terapia avanzada, autorizado como uso compasivo y desarrollado con células mesenquimales cultivadas (CMC).

El paciente debe conocer todo el tratamiento, sus indicaciones, beneficios y cuidados posteriores. Es fundamental que hable con el médico sobre los criterios de inclusión, el protocolo terapéutico y los objetivos realistas de recuperación.

Una vez confirmada la idoneidad del paciente, se realizarán las pruebas adicionales necesarias, se procederá a la extracción y cultivo celular y, posteriormente, a la infiltración en el tendón lesionado. Para lograr los mejores resultados es imprescindible seguir un plan de rehabilitación personalizado y mantener una comunicación constante con el equipo médico durante todo el proceso.


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