Me he especializado en la psicología de las personas a través de cuatro de sus facetas El conflicto dentro de la pareja, la depresión, la ansiedad, y la inseguridad o baja autoestima.

Cómo puede llegar una pareja a perder la complicidad, porqué y cómo la persona llega a perder la alegría de vivir, de qué manera el miedo desajusta sus mecanismos de adaptación, y qué mantiene a una persona insegura, son las grandes áreas que centran mi atención terapéutica. Conseguir que la persona recupere la alegría, mejorar su autoconcepto, que pueda enfrentar sus retos con serenidad y mayor eficacia, y que en su vida de pareja resuelva los desacuerdos, constituyen mi reto profesional diario.

En el momento actual, la sociedad está cambiando los patrones de referencia económicos, políticos y sociales, de forma tan rápida, que la inquietud y la incertidumbre son comunes. Ahora más que nunca se hace necesario detenerse y actualizar las expectativas y revisar los medios con que cada uno cuenta para vivir mejor este período. La psicología ofrece los medios para que cada persona pueda utilizar mejor su potencial para afrontar con mayor eficacia sus retos.

¿Qué tipo de terapia utilizo?

Me formé en terapia cognitivo-conductual, la más comprobada por su eficacia, pero con el tiempo he ido incorporando técnicas y recursos de diversas teorías que se han mostrado también útiles. Especialmente significativas son las aportaciones de las llamadas terapias de tercera generación, relevantes sobretodo por centrar la aplicación terapéutica en los aspectos realmente eficaces de la intervención.

Tras más de treinta años de dedicación, ofrezco mi experiencia. El haber ayudado a tantas personas a aclarar sus ideas, a amansar conflictos, a pactar, a mejorar sus recursos y habilidades, me ha permitido afinar en el conocimiento de los elementos de evaluación más apropiados y en las técnicas de intervención más efectivas, todo ello a través de una comunicación que trato de que sea lo más próxima y motivadora.

Terapia Especializada

- Terapia de Pareja: se dirige a personas que sienten que han utilizado ya todos los recursos a su alcance para solucionar su malestar, a parejas jóvenes que quieren hacer bien las cosas desde el principio, a parejas que quieren terminar amigablemente su relación, a parejas muy estresadas por el trabajo y/o la crianza de los hijos, a parejas que atraviesan el llamado "nido vacío", y a parejas cuyo problema es la sexualidad, la falta de comunicación, la intrusión de terceras personas, o la difícil relación con los familiares. También se dirige a personas solas que necesitan recuperarse de la separación, a aquellas que desean mejorar habilidades para comportarse más asertivamente o saber expresar mejor los sentimientos, y a aquellas que necesitan profundizar en sus propias motivaciones, valores y necesidades. Convivir armoniosamente es más fácil si uno está bien consigo mismo.

- Las alteraciones del estado anímico: La depresión, es el término clínico que incluye todas las alteraciones del estado anímico que duran más de 6 meses. Desde las que se producen por pérdidas importantes, hasta aquellas para las que parece no haber causa. Sentirse sin motivación para levantarse y afrontar la cotidianidad nos puede suceder a todos en algún momento de la vida, el problema es que ese estado se instaure. La medicación antidepresiva es una de las opciones, sin embargo, la mayoría de personas desea identificar si hace algo mal para haber llegado a ese estado, o para salir de él. Aprender nuevos hábitos de pensamiento abandonando aquellas creencias que les mantienen negativos, resolver los problemas que no saben cómo afrontar, y la adopción de estrategias de funcionamiento más adecuadas para disfrutar de la vida, son los elementos principales de la intervención. Tras la terapia, es habitual darse cuenta de que las crisis ayudan a crecer y a tener una mejor perspectiva sobre los planteamientos que han dirigido su vida hasta el momento.

- La ansiedad, en sus múltiples facetas: —reacción ansiosa por estrés, crisis de pánico, ansiedad social, fobias, trastornos psicosomáticos, obsesividad, temor—, es un estado con el que todos podemos tener que lidiar en algún momento. Tener problemas laborales, sufrir desengaños, perder a un ser querido o sufrir trastornos de la salud, son algunos ejemplos de situaciones que pueden alterar el entorno de seguridad al que estábamos acostumbrados y activar nuestros miedos. Existen terapias estructuradas para esa sintomatología que nos afecta tanto a nivel físico, como de pensamiento y comportamiento. Lo primero, es realizar un buen análisis (ya saben, a veces el problema no es tal, es como uno se lo toma), lo segundo, enfocarse constructivamente hacia las soluciones, mejorando los recursos.

- Baja autoestima: Asimismo, muchas personas solicitan ayuda por inseguridades, dudas, temores, necesidad de enriquecer su auto-concepto, ganar en asertividad, mejorar habilidades sociales, incrementar su capacidad empática, analizar algún problema con más perspectiva, o aprender estrategias para afrontar una dificultad presente. El llamado "crecimiento personal", es una de las demandas más frecuentes en la consulta de psicología. La inmensa mayoría de personas que acuden al psicólogo no sufren de ninguna patología, simplemente tienen problemas e inseguridades que desean resolver. Trabajo con una terapia estructurada a la que denomino PROGRAMA AUTOESTIMA. Un conjunto de recursos, que permiten a la persona revisar y mejorar su forma de situarse en el mundo.


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Para poder dedicar el tiempo necesario a cada visita, no trabajo con compañías aseguradoras. Ofrezco la posibilidad de realizar visitas de seguimiento por teléfono o Skype, tras al menos una primera visita presencial.