Cirugía para enfermedades valvulares

La mayoría de las personas a los que se les indica una cirugía cardíaca tienen problemas valvulares o de sus arterias coronarias. Un porcentaje menor tienen problemas de nacimiento.

El corazón es una bomba hidráulica cuya función es la de bombear sangre por todo el cuerpo. Dentro del corazón hay cuatro válvulas que aseguran que la sangre solo circule en una dirección. Si estas válvulas no funcionan bien, la función del corazón se ve alterada. Las válvulas pueden no funcionar bien por que estén obstruidas (estenosis) o porque se vuelvan incompetentes dejando pasar sangre en la dirección errónea (insuficiencia). Estas anomalías acaban por sobrecargar el trabajo del corazón por lo que el paciente acaba sufriendo fatiga y sensación de dificultad respiratoria (disnea). De todos modos, es posible tener una lesión valvular importante y no haber notado todavía síntomas. El médico suele descubrir estos problemas al auscultar un soplo que es el ruido de un flujo de sangre turbulento dentro del corazón. En algunos pacientes solo una de las válvulas esta afectada mientras que otros tienen mas de una válvula defectuosa. Las válvulas que mas se afectan son la válvula aórtica y la válvula mitral.

El cirujano aborda el corazón a través de una incisión en el centro del tórax. El esternón se corta a lo largo dando un buen acceso al corazón que se encuentra en el centro de la cavidad torácica. Durante la mayor parte de la intervención, es el corazón el que esta siendo operado y por tanto es necesario parar el corazón y el flujo de sangre a través de él y de los pulmones. Durante este período de tiempo el equipo quirúrgico emplea una máquina de derivación cardio-pulmonar que se encarga de bombear lo que bombeaba el corazón y oxigenar lo que oxigenaban los pulmones.

El cirujano abrirá la cámara cardíaca necesaria para acceder a la válvula enferma y en algunos casos decidirá reparar la válvula. De todos modos, en la mayoría de casos esto no es posible y el cirujano extraerá la válvula enferma colocando en su lugar una válvula artificial. Estas válvulas artificiales están diseñadas para trabajar como la nativa. Básicamente existen dos tipos de válvulas funcionando de forma excelente los dos tipos.

  1. Prótesis valvulares biológicas que estan construidas con material biológico natural que suele ser de origen animal tratada con una substancia que hace imposible que el cuerpo la rechace.
  2. Prótesis valvulares mecánicas que estan hechas con materiales artificiales principalmente metálicos y plásticos. Su utlización hace necesario que el paciente tome anticoagulantes de por vida (sintrom) para prevenir el desarrollo de coágulos sobre las superficies de la válvula. El control de la dosis de anticoagulantes implica que el paciente debe visitar periódicamente a su médico, cardiólogo o hematólogo para la práctica de análisis de sangre. Al principio estas visitas son frecuentes, pero una vez se estabiliza el nivel de coagulación deseado, un análisis cada 6 a 8 semanas es suficiente.

El tipo de válvula a colocar dependerá de una serie de variables que el cirujano discutirá con usted.

¿Cuánto duran las válvulas? Las válvulas mecánicas son teóricamente para toda la vida mientras que un 90% de válvulas biológicas muestran deterioro al cabo de 10 años.

La mortalidad operatoria actual de este tipo de intervenciones es del 2 al 3%.

Es muy importante cuidar la higiene bucal ya que los microbios de la boca, principalmente los que se encuentran entre los dientes y las encias tienen una particular predilección por penetrar en la circulación sanguínea y causar infecciones que asientan sobre válvulas enfermas y prótesis valvulares de cualquier tipo. Por esta razón, antes de proceder a cirugía valvular es conveniente una visita al odontólogo.

Tras la intervención, es vital para prevenir infecciones de la válvula el tomar antibiótico antes de acudir al dentista o en otras intervenciones potencialmente sépticas. El cardiólogo le dirá cual es el regimen antibiótico adecuado.