Enmarcada en un programa de introducción del arte dentro del proyecto de humanización del hospital, la conversación entre dos grandes personalidades que trabajan con la imagen, Joan Fontcuberta y Manel Escobar, ha dado inicio al convenio de colaboración entre Grisart Escuela Internacional de Fotografía y el Centro Médico Teknon.

Dialeg_Fontcu_EscobarDialeg_Fontcu_EscobarBajo el nombre "La imagen como revelación" y con el fotógrafo Rafa Badia como conductor, el acto comenzó con un repaso histórico de la imagen médica y radiológica por parte del doctor Escobar, partiendo de los padres de la medicina de la antigua Grecia, pasando por la tecnología actual y proyectando el futuro que nos presenta la inteligencia artificial. Escobar habló en todo momento de una imagen, una representación visual del interior del cuerpo humano, obtenida sin tocar al paciente, y con una finalidad de análisis clínico. De ahí, el artista y crítico Joan Fontcuberta hizo un repaso de proyectos artísticos, -suyos (Semiópolis, Hemograma, Trauma) y otros autores (como el Banco de sueños instalado en la Universidad de Santa Clara, de Gregory Chatonsky) - que, basados ​​en la imagen, intentan ir más allá de la utilización de unos sistemas y métodos de codificación establecidos para conseguir unos fines no previstos. Estos dos lenguajes y puntos de partida tan distantes, en ciertos momentos casi imperceptibles de la conversación encontraban puntos de coincidencia en que, por sutiles que parecieran, y aunque en la forma no dijeran lo mismo, la reflexión a que vertían era la misma: la tecnificación progresiva, la especialización extrema, la rapidez de la revolución digital, el poder predictivo e inalcanzable del big data ... en que se han encontrado inmersos tanto la medicina como el arte, nos alertan que el fin último de todo, el horizonte común, es la persona, el paciente, el humano que necesita el trato, el tacto, la creatividad, y la capacidad de ser crítico.

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