Eyaculación retardada

Según la clasificación DSM-IV, la eyaculación retardada consiste en la "ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo, tras una fase de excitación sexual normal, en el transcurso de una relación sexual que el clínico, teniendo en cuenta la edad del individuo, considera adecuada en cuanto al tipo de estimulación, intensidad y duración".

Distinguimos entre la eyaculación retardada primaria, cuando no se ha logrado nunca la eyaculación intravaginal, y la eyaculación retardada secundaria, cuando el trastorno aparece tras un período previo de buen funcionamiento sexual.

También pueden diferenciarse distintos grados, según si la dificultad eyaculatoria se produce sólo durante el coito o aparece en la autoestimulación a solas o con la pareja.

¿Cuáles son las causas?

Al igual que en la eyaculación precoz, la causa básica de la dificultad eyaculatoria es fisiológica y consiste en un umbral del reflejo eyaculatorio excesivamente elevado, lo que comporta el inicio del reflejo en niveles más altos de excitación sexual. A ello se suman habitualmente un exceso de observación y control por parte del hombre, que provocan un bloqueo del mecanismo eyaculatorio.

La eyaculación retardada secundaria puede producirse por causas orgánicas (diabetes, enfermedades neurológicas u hormonales, cirugía) o farmacológicas. De hecho, los fármacos antidepresivos son la causa más habitual de eyaculación retardada secundaria.

¿Cuántas personas sufren eyaculación retardada?

La eyaculación retardada es menos frecuente que la eyaculación precoz. Se estima una incidencia del 4% en la población general.

¿Cómo se diagnostica la eyaculación retardada?

La eyaculación retardada únicamente se puede diagnosticar a través de los síntomas que explica el paciente y tras descartar los factores orgánicos citados anteriormente. Actualmente no existe ningún parámetro fisiológico objetivable que pueda ser útil para el diagnostico de esta disfunción.

¿Cuáles son los tratamientos para la eyaculación retardada?

El tratamiento básico de la eyaculación retardada es la terapia sexual, mediante técnicas conductuales que persiguen aumentar el estímulo sexual y técnicas cognitivas que evitan el "rol de espectador" del hombre y desbloquean el mecanismo reflejo eyaculatorio.

Los fármacos suelen resultar poco eficaces en esta disfunción, por lo que su uso se reserva únicamente para casos muy determinados.