Tratamientos

El tratamiento de las úlceras de pierna ha evolucionado considerablemente en los últimos años y se dispone en la actualidad de numerosas opciones. Independientemente del tipo de úlcera, la pauta terapéutica puede descomponerse en cuatro fases: la lucha contra la infección, la limpieza, la granulación y la epidermización.

Las úlceras suelen ser complicaciones de las varices derivadas de la patología diabética.

Cabe distinguir dos grandes tipos de complicaciones producidas por las varices: las venosas y las dermatológicas.

De entre las primeras, se contempla la flebitis varicorragia y la rotura venosa.

La flebitis varicorragia es una tromboflebitis obliterante del cordón varicoso superficial. La evolución suele ser benigna, pero las recidivas son frecuentes. Los síntomas se inician brutalmente, con un dolor a lo largo del cordón venoso indurado.

En la rotura venosa externa, la piel es tan fina que incluso un mínimo traumatismo puede provocar una hemorragia, y en el caso de la interna, el volumen de la pantorrilla aumenta considerablemente, y paralelamente se siente un intenso dolor después de realizar algún tipo de esfuerzo. La impotencia funcional y el hematoma se instalan de inmediato.

Las complicaciones dermatológicas, son importantes por su frecuencia y por sus repercusiones funcional, profesional y social. Pueden afectar a todos los tejidos. El factor mecánico esencial que las determina es la estasis, debida a una hiperpresión venosa superficial.

Son cuatro las complicaciones dermatológicas que se pueden presentar:

  • La dermatitis: Las dermatitis pueden ser de tipo infeccioso, aunque debido a la mejora de las condiciones de vida, se ve cada vez menos. También puede presentarse un eccema, y aunque lo encontremos en diferentes formas, siempre es pruriginoso.
  • Las capilaritis
  • La esclerosis dermohipodérmica: La esclerosis dermohipodérmica es el signo que anuncia la úlcera. Se presenta con el aspecto de una placa de piel lisa, dura, imposible de movilizar y que se adhiere a los planos profundos. Puede complicarse con brotes agudos inflamatorios, entonces el tratamiento, generalmente decepcionante, se hará a base de vitamina E, oleato de soja y aguacate, cremas emolientes y cicatrizantes, productos que en ningún caso, obran milagros.
  • La úlcera