Preguntas frecuentes sobre la Rinoplastia

¿Cuándo es recomendable la rinoplastia?

La rinoplastia es recomendable para aquellas personas que desean mejorar el aspecto de su nariz y, consecuentemente, de su rostro, y que presentan unas condiciones psicológicas estables que les permitan adaptarse bien al cambio de aspecto físico.

La rinoplastia se puede realizar a pacientes que ya tienen las estructuras de la nariz del todo desarrolladas (a partir de los 17 o 18 años, aproximadamente).

¿Qué mejoras se pueden esperar?

Con la rinoplastia se consiguen mejoras estéticas muy significativas. El objetivo es conseguir el máximo interviniendo el mínimo, de forma que se perciba claramente una mejora de aspecto sin que sea evidente que se ha realizado una operación.

A menudo la mejora estética que se consigue con la rinoplastia comporta mejoras en otras facetas de la vida de las personas operadas (autoestima, seguridad, mejora de carácter y relaciones sociales, etc.).

Es muy importante que las personas que se sometan a una rinoplastia tengan claro qué pueden esperar de la operación, y que sean realistas en cuanto al cambio. La preparación que se haga previa a la operación es crucial en este aspecto.

No se trata nunca de provocar un cambio radical o de definir una nariz "perfecta", sino de mejorar la armonía facial, conservando la personalidad de cada cual. Hace falta que después de la operación la persona se reconozca a sí misma.

¿Cómo es la operación?

La operación se hace en quirófano con anestesia general o local con sedación, y suele durar entre una y dos horas, según la complejidad de cada caso.

Las técnicas quirúrgicas actuales permiten realizar rinoplastias entrando sólo por las fosas nasales, sin cicatrices externas. En los pocos casos en que hay que hacer una incisión externa, la cicatriz se camufla en la base de la nariz o en algún pliegue natural de la piel.

La rinoplastia se puede combinar con intervenciones funcionales como la septoplastia, la cirugía de cornetes, la cirugía endoscópica nasosinusal, o la cirugía de la válvula nasal.

¿Cómo es el postoperatorio?

Generalmente hay que estar un mínimo de dos horas en la clínica después de la intervención. La duración exacta dependerá de la complejidad de cada caso y de la evolución de cada paciente.

Al salir de quirófano el paciente puede llevar unos taponamientos nasales y una férula. Las primeras horas después de la intervención conviene estarse en la cama con la cabeza elevada, para minimizar el abultamiento del tejido y la posibilidad de que aparezcan moratones.

Los primeros días, la cara se puede hinchar, pero la inflamación desaparece al cabo de pocos días y se constata la mejora.

Mientras se lleva el taponamiento, no suele haber dolor, pero se puede notar embotamiento de la cabeza, las orejas taponadas, sequedad y molestias en la garganta, molestias en los dientes y, en alguna ocasión, molestias nasales, lágrimas excesivas o estornudos.

Al cabo de 3 días de la intervención se hace una visita de control, se sacan los taponamientos (si no se ha hecho antes) y se cambia la férula. Es muy recomendable ir a la visita con un acompañante. En esta visita, la persona operada ya puede ver su nueva fisionomía, cosa que genera mucha tranquilidad.

Una vez destaponado puede persistir cierta obstrucción nasal debido a la inflamación postquirúrgica. A medida que van pasando los días la inflamación se va reduciendo y mejorando progresivamente. Es normal no notar una mejora inmediata. Puede haber cierta disminución del olfato, que se recupera, aunque lo más habitual es que se huela más que antes.

Entre 1 semana y 10 días después de la operación se saca la férula, en una segunda visita de control.

Para que la recuperación sea más rápida y menos molesta, ofrecemos tratamientos con terapias complementarias.

Entre 1 y 2 semanas después de la rinoplastia ya no suele haber ninguna señal evidente de la operación, a pesar de que puede persistir un ligero abultamiento durante algunos meses.

La mejora es progresiva, y los resultados definitivos se obtienen entre los 6 meses y los 2 años. Durante todo este tiempo se hacen controles postoperatorios puntuales.

¿Puede haber complicaciones?

La rinoplastia es una cirugía delicada, pero generalmente no presenta complicaciones. Cómo en toda cirugía, sin embargo, ocasionalmente pueden haber infecciones, abultamiento excesivo, sangrado, retrasos en la cicatrización, reacciones alérgicas o reacciones a la anestesia. El riesgo se puede reducir al mínimo siguiendo fielmente las indicaciones del cirujano, tanto antes como después de la intervención.

Debido a la intervención se pueden formar cicatrices internas (sinequias) en las fosas nasales. Si bien pueden provocar ciertas molestias, son fáciles de solucionar y generalmente se pueden resolver a la misma consulta.