Tratamientos con punción
PUNCIÓN ASPIRACIÓN CON AGUJA FINA DE NÓDULOS TIROIDALES O DE GANGLIOS CERVICALES
Se recomienda la punción de unos nódulos tiroideos para descartar o no la malignidad de un nódulo cuando el patrón ecográfico o antecedentes clínicos no lo establecen claramente, y se utiliza también para confirmar la benignidad de una lesión en procedimientos como la alcoholización y la ablación con radiofrecuencia.
Por su parte, los ganglios cervicales aumentan de volumen mayoritariamente por causas inflamatorias, aunque hay situaciones clínicas y algunos aspectos ecográficos que recomiendan hacer una punción.
REQUISITOS:
- Paciente en ayuno.
- No es indispensable realizar pruebas de coagulación y se aconseja retirar los antiagregantes y anticoagulantes. No estaría contraindicado la toma de una dosis de 100 mg/día de ácido acetilsalicílico (Adir 100).
PROCEDIMIENTO:
- Bajo control ecográfico en condiciones de esterilidad y sin la necesidad de anestesia local.
- Para realizar el procedimiento se cubre el transductor con una funda, se esteriliza la piel con alcohol o clorhexidina y se punciona con una aguja fina adaptada a la jeringuilla para poder ejercer presión negativa si con la capilaridad no es suficiente.
- Durante el procedimiento es importante no tragar saliva mientras la aguja está dentro de la tiroides.
- Terminado el procedimiento debe hacerse un poco de presión local, no siendo necesario un reposo absoluto pudiendo el paciente irse a su domicilio y reiniciar la ingesta al momento que lo dese.
- En el lugar de la punción se deja un pequeño apósito que se puede retirar a las pocas horas.
- El material obtenido se envía a Anatomía Patológica donde se hace un estudio microscópico que tarda aproximadamente 1 semana.
Tras este procedimiento no suele haber complicaciones, pudiendo ser ocasionalmente sangrado en el cuello o un poco de dolor residual.